300 gramos | azúcar isomalt |
100 gramos | manitol |
100 gramos | azúcar |
2 gramos | café instantáneo en polvo |
50 gramos | chocolate negro |
50 gramos | manteca de cacao |
cacao en polvo |
Mezclar el azúcar isomalt con el manitol y el azúcar. Caliéntelo hasta que el azúcar alcance una temperatura de 155 grados Celsius. Cuando el azúcar empiece a fundirse, remuévalo de vez en cuando. A continuación, baja el fuego y añade el café instantáneo en polvo. Mézclalo bien para disolver el polvo. Después llena un par de moldes de granos de café. Ahora dales la vuelta directamente y deja que el azúcar gotee sobre un molde de silicona. Puedes volver a fundirlo y utilizarlo de nuevo. Luego limpia la parte superior y una vez que se haya enfriado sácalos del molde. Con mucho cuidado para no romper el azúcar. Ahora calienta un cuchillo viejo con un soplete y corta la parte de abajo. Limpia el cuchillo después de cada grano de café para que no se queme el azúcar. Después añade una fina capa de una mezcla de manteca de cacao derretida y chocolate negro. Una vez cuajado, espolvoréalo con un poco de cacao en polvo y guárdalos secos y tapados para más tarde.