80 gramos | azúcar moscovado |
500 gramos | crema |
1 | vaina de vainilla |
3 gramos | sal |
130 gramos | yema de huevo |
Poner el azúcar moscovado en un cazo y calentarlo a fuego lento hasta que se derrita. Cuando esté derretido y empiece a burbujear directamente sin dejar de remover, añada la nata. A continuación, apague el fuego. Ahora corta la vaina de vainilla por la mitad y raspa las semillas. Añade las semillas y la vaina vacía a la sartén. Añada también la sal. A continuación, pasa la yema de huevo a un cuenco y, poco a poco, añade el moscovado líquido. Tápalo y déjalo reposar en la nevera un par de horas. Después páselo por un colador fino. A continuación, rellene con cuidado un molde de aro pequeño hasta el fondo y cuézalo a 120 grados centígrados durante unos 25 o 30 minutos. El flan tiene que estar firme, pero sin dejar de menearse ligeramente. Una vez cocido, déjelo enfriar antes de congelarlo por completo. Como opción, vierta 150 gramos de manteca de cacao en un cazo y derrítala a fuego lento. A continuación, apaga el fuego y añade 150 gramos de chocolate blanco. Mézclelo todo hasta que esté emulsionado y luego llene su máquina de pinceles. Ahora saque los flanes congelados del molde y colóquelos en una bandeja. Pincela el flan con una fina capa del pincel de chocolate para decorarlo y darle también un poco de textura. Guárdalos en el congelador para más tarde y sírvelos descongelados.